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"El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas… Tiene más capacidad que los gobiernos de derribar barreras raciales."

Nelson Mandela

martes, 25 de noviembre de 2014

¿Ganar lo es todo? Significado del éxito en el Deporte Infanto-Juvenil

 Desde hace un tiempo, en el trabajo con deportistas jóvenes en ligas de desarrollo deportivo, ha surgido el debate con padres, entrenadores y atletas acerca de los objetivos que debe perseguir la práctica deportiva en esas edades y cual es la verdadera importancia y significado de ganar, en terminos de resultados, juegos y torneos. Muchas veces el llamado o la solicitud de una ayuda psicológica esta asociada a llevar al equipo a ganar, a que los jovenes "manejen la presión y así ganen los partidos" porque muchas veces esta la creencia implicita de que los partidos se pierden por "debilidad mental" y no necesariamente por otras variables, como por ejemplo, el nivel del contrario.
 Efectivamente, la intervención de un psicólogo deportivo puede estar dirigida a desarrollar habilidades individuales y grupales para el manejo de la ansiedad, optimizar la atención y concentración y fortalecer la confianza y motivación, sin embargo, cuando se trata de un trabajo  en el contexto del deporte Infanto Juvenil, existen factores que tambien deben ser considerados y tomados en cuenta para así realizar una intervención más efectiva y que abarque de manera integral la dinamica que puede estarse dando con un equipo o deportista individual. Hablamos en este ensayo entonces sobre lo que las investigaciones han revelado sobre el significado del exito y la influencia de los padres y entrenadores en el desempeño de los deportistas en formación.

 Comencemos entonces, como decimos aqui en Venezuela, con los "chamos" (jóvenes). En investigaciones realizadas en los EEUU y otras poblaciones a nivel mundial acerca de los motivos de participación de jóvenes en programas deportivos, se revela consistentemente que los principales motivos por los cuales practican es por diversión, mejorar destrezas, hacer ejercicio y estar en forma y hacer amigos (en ese orden). Competir, ganar, se ubica como motivo secundario a estos. Estas investigaciones se alinean con las afirmaciones que algunos autores hacen sobre lo que debe ser el objetivo de los deportes juveniles, y este es, que funcione como un medio educativo y formativo para el desarrollo de características físicas y psicosociales (tales como el liderazgo, la cooperación, la confianza en si mismo) es decir, que su enfoque sea formativo y recreativo, antes que competitivo. Cuando padres, entrenadores o atletas se enfocan en el "ganar lo es todo" se pueden entonces perder oportunidades para desarrollar destrezas, disfrutar con la participación y formarse como personas ("saber perder" puede ser algo de mucho provecho en la vida).

  ¿Que pasa entonces con el ganar partidos?  Es indudable que a todos los que nos gusta el deporte, nos gusta que ganen nuestros equipos. En conversaciones con un padre, el nos decia ¿es que ganar entonces no es importante?  ¿no debemos entonces fomentar en nuestros hijos un espiritu competitivo para enfrentar los retos de la vida?  He aqui una distinción fundamental. Un reconocido psicologo deportivo, Frank Smoll, que ha desarrollado programas de entrenamiento para entrenadores y escuelas para padres, plantea que el éxito no debe ser sinónimo de ganar partidos y que el fracaso no sea lo mismo que perderlos. La clase de exito mas importante deriva de hacer todo lo posible por ganar y esforzarse al máximo, así como aprender y desarrollar habilidades físicas y psicosociales. A los atletas entonces se les debe enseñar que nunca deben considerarse "perdedores", ni tratarlos como tal, si han puesto su máximo esfuerzo y han hecho todo lo posible por ganar. A ese padre recuerdo que le respondi, "claro que puede ser importante, pero eso ocurrira con mas probabilidad si el chamo esta disfrutando su juego".  A veces los padres,. cuando se enfocan en" ganar lo es todo", los vemos desde la banca o las gradas vociferando contra los árbitros, al entrenador, y a los propios jóvenes, interfiriendo asi con el disfrute y tranquilidad de los atletas.

  El deporte infanto juvenil ofrece un espacio de crecimiento no solo entonces para los jóvenes, sino también para los padres y representantes. Ellos pueden también lograr el éxito (de acuerdo a la filosofía planteada) conociendose más a si mismos, entendiendo sus motivaciones y deseos con sus hijos, y reflexionando acerca del vínculo que hacen con ellos a través de la práctica deportiva. Un fenómeno interesante descrito por Smith y Smoll (1989) es el de la Trampa de la Dependencia Revertida. Todos los padres se identifican en algun grado con sus hijos y por tanto quieren que les vaya y hagan bien las cosas. Sin embargo, en algunos casos este grado de identificación puede hacerse excesivo, y cuando esto sucede, los padres pueden comenzar a definir su autovalía en términos de cuan exitoso ("ganador") es su hijo o hija, por tanto la presión ejercida, conciente o inconscientemente sobre el joven, es mayor. Reflexionar sobre estos aspectos resulta fundamental en cualquier intervención en el área.