viernes, 27 de junio de 2014

Emociones mordidas. Agonistica de Brasil 2014

La actividad deportiva, en una definición proporcionada por el psicólogo del deporte Athayde Ribera Da Silva en 1970 solo existe cuando concurren tres factores: juego, movimiento y agonística.

   El juego se caracteriza por ser un acto voluntario, que surge y se desenvuelve en un mundo al margen del habitual, tiene implicito el acto creativo y posee un ritmo, un orden reglado, que es considerado por la psicología como un fenómeno fundamental en la evolución psíquica de una persona como un instrumento potente de maduración y adaptación. Proporciona una satisfacción por si mismo, a través de la eficiencia sensorial, motora o cognitiva que produce en el individuo. El movimiento, que implica la actividad conjunta de pensamiento y acción, no sólo se genera desde la motricidad, el aprendizaje de destrezas físicas, los músculos y reflejos, sino desde la sensibilidad y la emoción del individuo, por tanto, puede existir una relación entre la acción motora y la vivencia emocional del atleta, dando resultado asi a un conjunto de conductas propias y caracteristicas de cada deportista.

  La agonística, término seleccionado por el autor para describir el factor insustituible en el deporte, es todo el impulso psicológico de luchar, constituye la descarga de energía en una demostración de excelencia de toda la agresividad y tensión competitiva inconsciente. En este sentido, la agonisitica tiene un efecto catártico, una suerte de "eliminación psicológica" (o el intento a través de ella) de una tensión a través de la confrotación con un rival.

  Por tanto, la agresividad, al ser un elemento clave de la agonistica, forma parte de la actividad deportiva. Desde algunas perspectivas de la psicología, se entiende el deporte como un espacio donde la agresividad puede ser canalizada, una actividad donde esos impulsos más primitivos de lo humano pueden ser sublimados a una actividad socialmente aceptada, regulada y estructurada. En eventos recientes en Brasil, un reconocido jugador fue sancionado duramente por reincidir en una conducta fuera de la norma y heteroagresiva, al morder a un jugador del equipo rival. Este mismo jugador, hacia solo cuestión de días, fué protagonista principal al conseguir 2 goles en una victoria que daba una esperanza, pérdida en muchos de su hinchas, a su selección. En declaraciones posteriores al juego, visiblemente emocionado, declaraba Vb "estoy disfrutando este momento... por todas las criticas que recibi, aqui tienen".

 Luego de ser sancionado, se han levantado todo tipo de polémicas, hasta de carácter nacionalistas, alrededor del evento. Esto es natural, el deporte nos conecta con una dinámica psicológica de emociones muy intensas, y en Uruguay, el significado que tiene el futbol es muy valioso. En el deporte ocurre en ocasiones como en el teatro, podemos ir a una obra e identificarnos emocionalmente con un personaje, celebrar con ellos, llorar con ellos.  El intercambio emocional entre el atleta y el espectador es constante, y en ambos sentidos. Muchas veces olvidamos que los atletas también son personas, muchachos, que sienten y padecen, no son solo maquinas de meter goles o parar balones.

En este sentido, creo que es muy importante las declaraciones de Suarez en ese partido contra Inglaterra, muchas veces el manejo de la tensión y la agresividad, implicados en la actividad deportiva y en un nivel de alto rendimiento, puede sobrepasar o generar desvíos en el manejo de las emociones. Uno de los primeros psicólogos del deporte, Ferruccio Antonelli (si, italiano, casualmente) describia algunas patologías asociadas al deporte, y describe que estas conductas desviadas se dan cuando la descarga de las tensiones y la agresividad asociadas al mundo interno del individuo hallan alguna traba. La necesidad agonística del deporte implica la descarga de varios factores de tensión, "un aumento cuantitativo o cualitativo de la perturbación existencial sólo puede reencontrar el equilibrio en la victoria" afirma el autor. Y que pasa si no llega la victoria? Recordemos que el evento ocurre frente a una posible eliminación de Uruguay, en el minuto 70 del partido. Frente a un aumento de la tensión y la agresividad, producto de una situación vital única que debe ser entendida y comprendida solo por este jugador, por donde puede manifestarse esta energía? Es aqui donde la conducta puede salirse de la regla, donde un impulso se impone a la razón, donde las emociones, pueden terminar en cabezazos, o mordidas.

 Con una adecuada orientación creo que este jugador podría reencontrarse con el equilibrio que le permita seguir su carrera, la emoción y alegría que contagio este jugador a sus hinchas y compañeros de equipo en el juego contra Inglaterra, luego quedo mordida, herida, en el juego siguiente. El deporte, como la vida, da nuevas oportunidades, el tiempo dira si frente a esta crisis, no sólo el jugador, sino todo el mundo futbolístico, crece y vence estas dificultades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario