lunes, 21 de marzo de 2016

RESILIENCIA DEPORTIVA EN VENEZUELA: VIENEN COSAS MEJORES





“Esperamos el tiempo del Suramericano para conocer el potencial y el valor del fútbol femenino. Ellas existen, están aquí desde hace ocho años. Dense cuenta de lo que venimos haciendo. El fútbol femenino goza del desprecio, el desinterés y la falta de apoyo…”  
  Kenneth Zseremeta. Director Técnico Selección Sub17 femenina.


                El deporte, en Venezuela y el mundo, constituye un escenario de historias increíbles, hazañas heroicas y ejemplos de lucha donde el trabajo, el compromiso y las “ganas de echar pa ante”  se sobreponen a las más duras dificultades frente a las cuales muchos podrían rendirse, dejando en ocasiones de lado responsabilidades propias, culpándolas a ellas de sus desgracias.

                En Venezuela, son muchos los casos que recuerdan la fortaleza y la posibilidad, en medio de las más arduas dificultades, de sobreponerse a los obstáculos y salir de ellas incluso más fortalecidos, tanto física como emocionalmente. Andrés Galarraga, pelotero insigne de nuestro beisbol, cuenta como en su duro tránsito por la enfermedad del cáncer, fue clave para el mantenerse optimista y positivo, “nada es fácil en la vida, pero cuando le pones interés y coraje a todo, siempre obtienes lo que deseas”.  Por otro lado de las canchas, están las historias de trabajo en el campo del futbol a nivel de categorías inferiores de la mano de seleccionadores como Lino Alonso,  que demuestran como el fenómeno “Vinotinto” es algo que va más allá de frases positivas o recetas de éxito a corto plazo.  Son jugadores que frente a condiciones difíciles fueron formados  desde la idea del desarrollo de la profesionalidad, del trabajo, desde hace muchos años.  Asimismo, conozco de cerca historias de grandes logros por parte de atletas de pool y billar, como Johanna Espinoza, entre otros (as), que a pesar de no contar con los recursos ideales para su entrenamiento y participación en competencias, han puesto a Venezuela en alto en las más importantes competencias internacionales. Son muchos los ejemplos, a veces no mencionados o reseñados, que invitan a pensar en la gran capacidad de nuestros atletas de sobreponerse a dificultades. 

Más recientemente, el logro de las llamadas “chicas superpoderosas” de la selección de futbol femenino sub17 y la ejemplar historia de Yulimar Rojas y su campeonato en Salto Olímpico, me permiten, desde una mirada externa y con una gran admiración y respeto frente a todas estas historias, pensar en el concepto de la resiliencia deportiva como proceso individual y grupal que ha estado presente en nuestros atletas. Hablo de proceso, porque si bien el concepto de resiliencia en la actualidad se debate frente a su consideración como un rasgo de personalidad o como un proceso de desarrollo dinámico, la segunda aproximación permite pensar en la misma como una capacidad que se desarrolla con el tiempo a partir de las interacciones del sujeto y el medio que lo rodea. 

                La resiliencia es un constructo teórico que hace referencia a la cualidad que se desarrolla en los atletas a partir de la interacción de distintos factores de carácter individual, familiar y social. En esencia, es una habilidad individual (¿y grupal?) para mantener, relativamente estable, los niveles de funcionamiento y competencia, así como experimentar una adaptación positiva una vez pasado la exposición a una adversidad significativa. Un aspecto fundamental en el proceso de resiliencia se basa en la evaluación positiva y la forma de pensar que tienen estos atletas frente a las dificultades. La situación estresante, representa para ellos una situación motivante, un reto,  una oportunidad de crecimiento, no una amenaza. 

                De esta manera, la adversidad se convierte en una vía que permite mejorar los recursos personales, obteniendo de ella aprendizaje, valores, una perspectiva ampliada de vida, motivación para ayudar a otros, dar importancia al apoyo externo (escuchamos, en muchas entrevistas, a las muchachas de la vinotinto llamando a que la gente llene el estadio y las apoye desde las gradas), fortalecimiento y mejora.

                Desde la psicología del deporte, se han investigado algunas características individuales y grupales que pueden contribuir al desarrollo de la resiliencia. A nivel individual, destacan por ejemplo rasgos de la llamada “personalidad positiva”, tales como el ser extrovertido, optimista, mantener una estabilidad emocional y alta disposición a vivir nuevas experiencias. También destacan la concentración y la confianza. A nivel grupal, resulta fundamental en el desarrollo del perfil resiliente el apoyo social percibido por parte de los atletas. Este proviene del ambiente inmediato y más cercano, tal como lo es la familia, los entrenadores, los compañeros de equipo y el personal de apoyo.  Otras variables grupales que considero contribuyen a la resiliencia son la cohesión, el compromiso del grupo con sus objetivos, su capacidad de disfrute y un liderazgo sólido y positivo. Un destacado psicólogo deportivo venezolano, Manuel Llorens, destaca una característica grupal interesante, la capacidad de crecimiento continuo de un equipo, que también puse estar asociada con la resiliencia. Todos estos son temas que siguen siendo parte de la investigación en el área de la psicología del deporte.  La resiliencia también supone que es necesario exponerse a cierto riesgo controlado, ensayar y errar para poder desarrollar la confianza y la tolerancia a la frustración y promover la iniciativa para hacer frente a las dificultades de manera autónoma.

                Al escuchar la historia de vida de Yulimar Rojas, llena de dificultades socioeconómicas y familiares, el concepto de resiliencia y lo que he reseñado hasta el momento se resume en sus declaraciones: “Me siento orgullosa de todo el trabajo que hemos hecho, de todo lo que hemos logrado, pero me gusta pensar que esto es solo el comienzo, y que vienen muchas cosas mejores”
 
                Para finalizar, dejo algunas de las declaraciones dadas en estos días acerca de nuestras chamas “superpoderosas” de la Vinotinto Sub17 femenina de Futbol.

“Es una jugadora muy completa, ojalá podamos contar con más talentos como ella, ‘talentos silvestres’ como les decimos nosotros. Estaba en un barrio de Valencia y luego pasó a jugar fútbol organizado. Pero antes jugaba en la calle fútbol con sus amigos. Es la esencia del ser venezolano” Manuel  Sumoza sobre Daniuska Rodriguez.

“He progresado técnicamente, también soy mucho más rápida que antes en la toma de decisiones dentro del campo. Y, por último, tengo más confianza en mis capacidades”. Daniuska Rodriguez

"Estoy agradecida con el público asistente y con mis compañeras por cada pase que me dan", Deyna Castellanos. Capitan

“Dimos todo en la cancha, el corazón, la vida… Nosotros sin apoyo sin nada seguimos entrenando, entrenamiento a entrenamiento, sol, lluvia, lo que caiga, y bueno aquí están los frutos, estamos calificadas al Mundial… Doy gracias a Dios, y a mi familia que siempre me apoyo”. Maria Gabriela Garcia

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